El Calvario nos ofrece Esperanza Viva: Nuestra Guía en el Valle
Aunque camino por el valle de sombra de muerte,
No temo mal alguno, porque Tú estás conmigo;
Tu vara y tu cayado me consuelan. —Salmos 23:4
Retengamos la confesión de nuestra esperanza sin vacilar, porque fiel es el que prometió. —Hebreos 10:23.
A lo largo del viaje de la vida, con frecuencia nos enfrentamos a valles; Esos momentos profundos y difíciles que desafían nuestra fe, fortaleza y determinación. Estos valles sirven como arenas de dolor, lucha, duda e incertidumbre, donde el camino a seguir puede parecer envuelto en la oscuridad. Es posible que nos sintamos atascados y asustados. Sin embargo, en medio de las sombras del valle, aparece una chispa de esperanza. Rápidamente nos damos cuenta de que no estamos solos en el viaje. Ganamos un poco de coraje para seguir adelante. Entonces nos damos cuenta de que el viaje nos lleva por un camino inesperado. Todavía envueltos en la oscuridad, pero no solos, nos encontramos atraídos hacia un destino al que nos lleva la chispa de la esperanza, el Calvario; el lugar donde Jesucristo fue crucificado.
El Calvario simboliza el punto de encuentro más profundo de sufrimiento y redención, donde nuestro Salvador llevó el peso de los pecados del mundo. Se erige como un lugar de sacrificio sin igual y amor inquebrantable, donde la muerte fue vencida por la victoria de la resurrección. En medio de nuestros valles personales, podemos sentir la pesadez de nuestras cargas y el miedo que nos agobian. Sin embargo, es precisamente durante estos tiempos que se nos recuerda el profundo impacto del Calvario.
En el Calvario, la esperanza brilla más y emerge como una fuerza poderosa, que nos otorga claridad, perspectiva y liberación. En el Calvario, la esperanza revela la verdad, que incluso en medio de nuestros momentos más oscuros perdura la promesa de la resurrección y de nuevos comienzos. Así que no nos apresuremos a irnos. Detengámonos en el Calvario, porque es aquí donde la esperanza viva nos da la bienvenida, nos abraza y nos guiará en y a través de nuestro viaje por el valle.
Rev. Aracelis Haye
Rev. Aracelis Vázquez is the Founder of UNNAMED Daughters, an infinite company of women and girls living love, seen and free. Raised in Connecticut, she is an ordained Puerto Rican minister of the American Baptist Churches. With roles spanning from minister to visionary leader, her mission is dedicated to serving those often overlooked in the margins. Additionally, Rev. Aracelis Vázquez Haye serves as an AETH Board Member.
Calvary offers us Living Hope: Our Guide in the Valley
Even though I walk through the valley of the shadow of death,
I fear no evil, for You are with me;
Your rod and Your staff, they comfort me. —Psalm 23:4
Let us hold fast the confession of our hope without wavering, for He who promised is faithful. —Hebrews 10:23
Throughout life’s journey, we frequently face valleys; those profound, testing moments that challenge our faith, strength, and determination. These valleys serve as arenas of pain, struggle, doubt, and uncertainty, where the way ahead can appear shrouded in darkness. We may feel stuck and afraid. However, amid the shadows of the valley, a spark of hope appears. We quickly notice that we are not alone on the journey. We gain a little courage to press forward. We then notice that the journey leads us on an unexpected path. Still enveloped in darkness, yet not alone, we find ourselves drawn towards a destination the spark of hope leads us to, Calvary; the site where Jesus Christ was crucified.
Calvary symbolizes the most profound meeting point of suffering and redemption, where our Savior bore the weight of the world’s sins. It stands as a site of unparalleled sacrifice and unwavering love, where death was conquered by the victory of resurrection. Amidst our personal valleys, we may sense the heaviness of our burdens and fear weighing us down. Yet, it is precisely during these times that we are reminded of the profound impact of Calvary.
In Calvary, hope shines brighter and emerges as a powerful force, granting us clarity, perspective, and deliverance. In Calvary, hope reveals the truth, that even amidst our darkest moments the promise of resurrection and new beginnings endures. So let’s not rush leaving. Let us pause at Calvary, for it is here that living hope welcomes us, embraces us, and will guide us in and through our valley journey.